Con el corazón acelerado y llorando, una nena de 11 años fue hasta la casa de una vecina del inquilinato donde vive con su papá, al ver que llegaba el amigo de su padre, un panadero de 31 años.
La menor quería quedarse a dormir en la casa de la vecina, por lo que le preguntó el motivo y la niña le contó el infierno que estaba viviendo desde enero, cuando el amigo y compañero de su papá abusó sexualmente de ella en ronda de tragos.
Según relató, el hombre visitaba el inquilinato de la niña para tomar bebidas con el papá, pero en enero, cuando la cerveza acabó, el padre de la víctima fue a comprar más y en eso, el tipo aprovechó y sometió a la niña.
Según el interviniente, José Brítez, el hombre amenazó a la víctima para que no cuente nada, diciéndole que si abre la boca mataría a su papá. La niña quedó con mucho miedo y se cayó por varios meses, hasta que ayer ya no aguantó más.
La vecina buscó a la mamá de la nena y le contó lo que le había dicho la pequeña. Sin dudar dos veces, fue hasta la Codeni y luego a la Comisaría para denunciar el caso, que ya fue comunicado a la fiscalía.
Los uniformados fueron hasta la dirección de su vivienda, que es en la propia panadería donde trabaja, pero no estaba, por lo que se encuentra con paradero desconocido.
Por su parte, la menor fue inspeccionada para determinar si fue o no abusada.
También recibe contención psicológica, ya que quedó con miedo por la amenaza del abusador.