
Eliodora Ortigoza, una adolescente de 14 años, se encuentra conectada a un corazón artificial en terapia intensiva del Hospital Pediátrico Acosta Ñu, a la espera de un donante para acceder al trasplante.
A pesar de haber nacido con la enfermedad, recién en febrero del 2015 le diagnosticaron Anomalía de Ebstein grave, y desde ese momento sus padres hicieron todo lo posible para que la niña accediera al tratamiento necesario. “Cuando nos enteramos de que mi hija estaba enferma del corazón, no supimos cómo reaccionar. Incluso nos sentimos culpables por no habernos dado cuenta antes”, expresó Isaac Ortigoza, padre de la joven.
La menor tenía dificultades para respirar luego de realizar actividades físicas, pero los médicos solo la trataban por un cuadro asmático. Al recibir la noticia de que debía ser sometida a una cirugía, Eliodora pensó en sus estudios, no quería abandonar el colegio. Sin embargo, sus profesores le dijeron que no se preocupara, que podrá retomar las clases en cuanto se recupere.
La adolescente cursa el octavo grado, en el Colegio Nacional San Agustín de Arroyo Morotî. Eliodora sueña con ser una reconocida peluquera y de esa manera ayudar a su familia. “Solo necesitamos un corazón para mi hija, no nos importa tener que sufrir en los pasillos”, manifestó don Ortigoza, quien se dedica a la agricultura y es padre de seis hijos. La humilde familia es oriunda de Ava’i, Caazapá.
Urgente
“Su estado es grave y depende de la donación del órgano para salir de esta situación”, manifiesta parte del comunicado expedido por profesionales del nosocomio. La paciente tiene grupo sanguíneo O+, pesa 47 kilos, por lo que cualquier donante adolescente o adulto es apto. Por la urgencia, Eliodora se encuentra en lista de trasplante con prioridad cero, la más alta.