Nancy Pereira estaba internada en el Hospital Pedriátrico Acosta Ñu, de San Lorenzo, desde agosto. La dulce Nancy Pereira, de 12 años, se mantuvo conectada a un corazón artificial durante 40 días. Ayer sucedió lo peor: la pequeña falleció en el Hospital Acosta Ñu, de San Lorenzo, donde se encontraba internada.
La niña, que sufría de una deficiencia cardíaca severa, llegó a encontrar un donante, pero los familiares se arrepintieron, y finalmente, decidieron no entregarle el corazón de la persona fallecida. “Lo que más me dolió fue que ya estaba todo listo para su operación y se canceló. Nunca perdí las esperanzas de volverla a ver llegar a casa con sus siete hermanos. Ahora tenemos que tratar de empezar otra vez”, dijo con mucha tristeza doña Margarita, mamá de Nancy.
La niña murió esperando un milagro, por lo que los médicos creen que es una batalla que se perdió. “Una familia se comprometió a donar un corazón, la nena entró a cirugía, la paciente donante también. El padre firmó la autorización de donación del órgano, ambos estaban en quirófano, cuando una hermana se descompensó y negaron finalmente el corazón a la niña”, explicó la doctora Nancy Garay, médica del área de Cardiología del Hospital.
Además, la profesional señaló que los médicos están muy afectados por lo sucedido, por la forma en que se dio la muerte de la joven paciente. En mayo de este año, la mamá llevó a Nancy a consultar por un cuadro de dengue en el hospital de Capiibary, San Pedro.
Allí los médicos le informaron que el corazón de la pequeña no estaba bien, por lo que la derivaron al Acosta Ñu. Los cardiólogos le diagnosticaron anomalía de Ebstein congénito.