Un desafío para mujeres sobre contar experiencias saliendo con hombres tacaños armó un guyryry en las redes sociales.
Por ganarse un vale de compras en la tienda de ropas Nazarena, las chicas no se guardaron nada. La publicación en Instagram del local tuvo 11 mil comentarios y más de 16 mil “Me gusta”.
Esto se viralizó, varones y mujeres se pusieron a contar sus experiencias también en Twitter y Facebook.
Acá te compartimos los relatos más locos.
1. “Vino a almorzar en casa, fuimos a la almacén para traer para la ensalada y gaseosa. Él pagó por una mayonesa y la coca. Al terminar de almorzar saca una bolsa y guarda la mayonesa usada y la coca a la mitad“, contó Romina.
2. “El tipo me llevó al motel y, como no aceptaba tarjeta, solo efectivo, me dijo que iría al cajero, así que me quedé ahí esperando que vuelva y nunca regresó el HIJO DE SU MADRE. Me quedé limpiando todo lo que hicimos”, manifestó Jessi.
3. “Le invitaba yo a cenar y para no pasar pelada frente al mozo me pedía que le pase la plata debajo de la mesa. O sea, ¿pelada con el mozo y no conmigo?”, relató Sol.
4. Ingrid agregó algo similar. “Él pagaba todo, pero quería que le dé mi parte después nomás para que los amigos ni el mozo vean”.
5. “Me invitó a un turismo interno. Dijo que salía desayuno, almuerzo, merienda, cena. Salimos y compró 6 chipas que resultó ser nuestro desayuno, almuerzo, merienda y cena. Comíamos la mitad de la chipa cada uno. Llegué a casa y casi comí el brazo de mi mamá. Me decía: No tenés hambre, ¿verdad? Porque yo estoy bien”
Los sinvergüenzas
Estos ya no son solo tacaños, sino sinvergüenzas, según comentarios.
6. “Pagué toda la cuenta, me dieron el vuelto y él quiso llevar MI VUELTO”, apuntó Ara.
7. “Yo salí con un tipo que sabía que yo trabajaba bien y, como él no ganaba lo que yo, entonces no tenía problemas de pagar 50/50. Lo que sí me entero después que era para ahorrar y salir los otros días con las otras chicas”, reveló Liza.
Los arrieros no se quedaron callados. Relataron sus experiencias con mujeres que se pasaron de “letradas”.
8. “Había una chica con quien salía y aprovechaba al máximo cuando nos veíamos. Una vez salimos del cine y me dijo que quería entrar al súper a comprar algo que le faltaba en su casa. Noté que estaba haciendo la compra para el mes por ahí y me preocupé. Al llegar a la caja solo tenía un G. 50.000 y terminé pagando todo lo demás”, señaló Jorge.
9. “Las mujeres también son aprovechadoras. Tuve una novia que, cada vez que salíamos, sus amigas caían en medio de la noche. Pedían un montón e iban desapareciendo. Obviamente me cargaba con la cuenta. Una vez, después de cenar y tomar, me dijo que una de sus amigas tenía un problema grave y no le podía dejar sola, me dejó ahí y con la cuenta”, recordó Carlos.
10. “La chica tenía auto, yo no, entonces me hacía cargar el combustible y todo bien, pero si le daba 50 mil cargaba 30 y bolsilleaba el resto”, contó Guillermo.