El Ministerio de Justicia confirmó esta tarde que el policía Oliver Daniel Lezcano Galeano, de 22 años, sigue con vida, días después de que el propio ministro Ángel Ramón Barchini, haya declarado de que el agente fue “secuestrado y descuartizado”, dentro de la cárcel, por miembros del Clan Rotela
“El Ministerio de Justicia comunica que cuenta con información fidedigna proporcionada por inteligencia del Ministerio del Interior y del propio sistema penitenciario respecto a que Oliver Lezcano se habría fugado de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú en fecha 27 de setiembre”, dice un posteo de la cartera estatal (@MJusticiaPy), en la red social X (exTwitter).
El Ministerio de Justicia comunica que cuenta con información fidedigna proporcionada por inteligencia del Ministerio del Interior y del propio sistema penitenciario respecto a que Oliver Lezcano se habría fugado de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú en fecha 27 de setiembre. pic.twitter.com/KaX6zal7Pu
— Ministerio de Justicia (@MJusticiaPy) October 10, 2023
Casi al mismo tiempo, se divulgó hoy un video donde aparece el uniformado, hablando desde la clandestinidad.
“Yo soy Oliver Lezcano; hoy, domingo 8 de octubre de 2023, a las 7 de la noche, estoy haciendo este video para demostrar que estoy vivo; que no fui descuartizado y que en cualquier momento me voy a volver a entregar”, declaró en una grabación que dura 16 segundos.
Luego de las manifestaciones de Barchini, se realizó una intensa búsqueda de sus posibles restos, que incluyó hasta los depósitos de basura, pero sin resultado positivo.
Por eso, la muerte de Lezcano no pudo ser confirmada por investigadores de la Policía, que tampoco consiguieron pistas de su posible paradero.
Al entrar la noche, del pasado jueves 28 de septiembre, se había informado de la fuga del policía, quien estaba recluido en la cárcel de Tacumbú, por estar procesado como el principal sospechoso de haber asesinado al sargento de aviación Líder Javier Ríos Cañete, de 27 años, quien trabajaba en una plataforma de transporte de pasajeros, en sus horas libres.
El crimen ocurrió en la primera quincena de enero y el agente fue detenido casi dos semanas después, en el aquel mismo mes.