Veinticinco metros cayó al vacío Américo Cándido Bedoya Segovia. El minero de 45 años falleció de forma casi instantánea a consecuencia de los graves golpes que recibió durante la caída. Ocurrió en el cerro Tigre, situado a 10 kilómetros del casco urbano de la ciudad de Vallemí, departamento de Concepción.
El trágico final del experimentado obrero se registró mientras intentaba bajar una colina para realizar la limpieza previa a colocar explosivos que ayudarían a su patrón a extraer del sitio piedras, que proveen a empresas de construcción.
“Nosotros fuimos recibidos por su tío que es también su patrón. Él nos manifestó que iba a bajarse de la colina, pero no tenía cordón de seguridad, solamente se estaba atajando con las manos. Le gritó desde abajo para que volviera a subir, pero aparentemente no le escuchó. Al bajar unos metros no aguantó su peso y cayó al vacío impactando con las rocas”, manifestó el suboficial Insp. Ángel Colman, jefe de la comisaría 16 de Vallemí.
Daniel Bedoya Torres manifestó a los policías que, al parecer, su sobrino se olvidó de enganchar su cinturón de seguridad y que por eso fue que le gritó desde abajo, para que volviera a subir.
Sus compañeros de laburo rápidamente bajaron para intentar auxiliarlo, pero lastimosamente no hubo caso. El hombre falleció en el sitio solo minutos después de lo ocurrido. Su muerte fue diagnosticada como shock hipovolémico por traumatismo cerrado de tórax abdominal, como consecuencia de los golpes recibidos durante la caída, de acuerdo con el informe del médico forense Luis Areco.
Todo lo acontecido se comunicó a la Fiscalía de Turno Zonal de San Lázaro que tomó intervención en el caso. Una vez terminado los trámites de rigor, por disposición fiscal el cuerpo sin vida fue entregado al señor Daniel Bedoya para darle la correspondiente y cristiana sepultura.