Un gran pleito se armó entre Paraguay y México, luego de que el presidente del país norteamericano, Andrés Manuel López Obrador haya decidido no retener al colombiano, Rodrigo Granda, miembro de las FARC acusado de ordenar que entierren viva a Cecilia Cubas en su secuestro, pese a que Paraguay le pidió que lo detengan para que sea sometido a la Justicia.
Granda fue invitado por el Partido del Trabajo para una conferencia en México, en su entrada fue detenido por miembros de la Interpol, allí Paraguay realizó su pedido, pero el presi mexicano ordenó que lo liberen y este volvió a su país como si nada.
Ante el cuestionamiento de los medios de prensa y varios sectores políticos, además del plagueo de diplomáticos paraguayos, López Obrador pidió “comprensión” a Paraguay-
“Pues lo lamentamos mucho y ojalá entiendan nuestra situación, pero llevamos muy buena relación con el Gobierno de Paraguay, muy buena relación, con todos los gobiernos”, fue la respuesta que dio tras esta decisión, apuntando que más molestó a la “derecha” esta decisión tomada.
“No hubo voluntad”
Silvia Cubas, hermana de Cecilia, había dicho en su momento que no hubo voluntad política de México para dar cumplimiento a la orden de captura del secuestrador.
“Quedó claramente demostrado que no hubo la voluntad política (del Gobierno mexicano) de dar cumplimiento a la orden de captura internacional y alerta roja de Interpol. Para nosotros, en todo momento fue una actitud colaborativa hacia Granda, cuando la actitud debería haber sido la de colaborar con el gobierno paraguayo por el juicio que tiene pendiente por el asesinato de mi hermana”, indicó Silvia.