A los dos sicarios poco les importó que al lado de la persona que tenían marcada para matar estaba una criaturita.
Los tipos dispararon sus pistolas 9 mm hiriendo de muerte a un hombre de 27 años y también lesionaron gravemente a su hijita de 3 años, el papá trató de arroparla con su cuerpo, pero una de las balas la alcanzó.
Los testigos nada pudieron hacer y una vez que los asesinos se escaparon, auxiliaron a padre e hija hasta el Hospital de la ciudad de Capitán Bado, Amambay.
Para la Policía, el móvil del crimen es un ajuste de cuentas entre personas marihuaneras.
La ejecución a sangre fría pasó en la Colonia Aguara Veve, el domingo a la noche, según indica un informe que hicieron agentes del Puesto Policial 18 Cadete Boquerón de esa zona.
Sin antecedentes
El hoy fallecido se llamaba Alfredo Acosta Roa de 27 años de edad, quien recibió varios balazos y no tenía antecedentes, según los registros de informática de la Policía.
Su hijita de 3 años se está recuperando de su herida, se encuentra internada en el hospital badeño.
Mucho miedo
La Policía encuentra muchas barreras para hacer investigaciones en esa zona. Es que las personas tienen mucho miedo para hablar sobre los sucesos de sicariatos. La mayoría de las veces no aportan datos aunque conozcan a los matones. La nena es la única testigo de quienes mataron a su papá, pero es pequeñita.
Según fuentes, en esa zona tienen como lema ser “ciegos, sordos y mudos”, para vivir más tiempo y para no ser marcados como soplones, por los matones a sueldo de los poderosos narcos que operan en esa zona que limita con el Brasil.
Copaco
El puesto policial 18 que vigila la Colonia Aguara Vevé, que está a 53 kilómetros de la ciudad de Capitán Bado, no tiene teléfono de línea baja.
Los que quieren comunicarse con la base lo deben hacen vía Copaco y la señal de celu es baja. Por ejemplo, cuando los policías de ese puesto llegaron al sitio, ya las víctimas no estaban en el lugar del hecho, llegaron muy tarde.