Dos explosiones en plena calle alertaron a todo el vecindario en la colonia San Ramón del distrito de Itanará, en Canindeyú. Los lugareños salieron de sus casas y se encontraron con un atroz escenario: tirados en la calzada, a cinco metros de distancia cada uno, los hermanos Hermes (21) y Emilio Zárate Benítez (19), agonizaban.
Una llamada al subjefe de la subcomisaría 23 alertó del hecho a los uniformados. Al otro lado del tubo estaba el intendente Asunción Gallardo, quien dio aviso del hecho. “El problema es la señal acá y la comisaría no tiene teléfono. Entonces cuando hay problema acá siempre le llaman al intendente y él llama a la comisaría para que nosotros acudamos al lugar”, comentó el suboficial Mayor Rubén Rivas, subjefe.
El uniformado relató que las víctimas circulaban a bordo de una motocicleta, cuando fueron perseguidas por una camioneta blanca que al darle alcance disparó a quemarropas contra ellos, con tanta puntería que a ambos acertó en la cabeza, atravesando la sien de ambos, dejando un trayecto de entrada y salida de los proyectiles percutidos contra ellos. Luego huyeron raudamente del lugar.
A bordo de una patrullera, las víctimas fueron trasladadas al hospital distrital de Curuguaty en compañía de sus familiares. Pero allí, los médicos de guardia constataron los decesos de ambos hermanos.
“Sería un ajuste de cuentas, solo que en esa zona la gente no colabora nada con la información. La mayoría le preguntás algo pero no sabe, no ve, no escucha nada”, lamentó el uniformado. No obstante, los efectivos policiales recibieron la información de que un tal “Roberto’i” sería el autor del doble crimen.
El fiscal Armín Torres ordenó la entrega de los cuerpos al padre de las víctimas. Agentes de Investigación de Delitos de la zona fueron convocados para la investigación del caso.