Hace 11 años atrás, Richard Jara, funcionario de la Dirección de Servicios Urbanos de Asunción estaba en su turno en un ajetreado día, sobre la avenida Primer Presidente.
Jara era el encargado de recibir las bolsas de basura, de abrirlas e ir aplastando los residuos, para que más basura entre en la carrocería. Mientras realizaba esa tarea, se encontró con una que tenía extrañamente otros dos envoltorios más.
Esto llamó poderosamente su atención y decidió investigar. Cuando abrió todas las bolsas se encontró con un cuerpecito muerto.
“Ahí le encontré a la beba”. Richard aún recuerda el susto y la incertidumbre. Primero no supo qué hacer. Luego con sus otros compañeros llamaron al jefe y este le ordenó que volvieran a la oficina. Para cuando llegaron a la comuna, le pusieron a la “angelita” en una caja de zapatos.
Varias compañeras la esperaban con velas encendidas y rezos propios de un momento de dolor. “Conseguimos con el director de aquel momento, que ella sea enterrada acá en la entrada (en Aseos Urbanos), los compañeros le hicieron para su nicho y fue bautizada como María Milagros Soledad”, explicó el funcionario.
Desde entonces, cada 21 de julio Richard y sus compañeros hacen un homenaje a María Milagros Soledad con un cumpleañitos infantil.
Frente al nicho, cada funcionario colabora, según su disponibilidad, para realizar chocolatadas, con una torta y las velas que indican los años que debió cumplir. Y los invitados especiales son los niños del barrio Ricardo Brugada.
