Elizangela Villalba Flor de Caaguazú sintió que tenía que apoyar nuevamente a su hija cuando le comentó que quería irse a la peluquería a cortar su larga cabellera.
Era por una buena causa, donar a los pacientes con cáncer y entregar su pelo a una fundación que los apoyaba.
“Ella vio en la tele a una nena que estaba ya calva por esta enfermedad. Entonces le dije que si estaba decidida, le iba a dar para la peluquería. Se mandó cortar antes de la pandemia pero por la cuarentena guardamos su pelo”, contó
Recién esta semana pudo entregar a la asociación Lazos de Amor que acompaña a pacientes con cáncer de la ciudad y el departamento.
“Además, una niñita vio que mi hija hizo eso y dijo ‘yo también quiero’, entonces llevamos también un poco de lo que la nena donó", remarcó.
Describió que su hija, que tiene 12 años, es muy activa como presidenta en su escuela y que ya se integró como voluntaria a la organización.
“Su papá falleció cuando yo estaba embarazada de ella, y con mis padres siempre tratamos que vaya por el buen camino, es muy aplicada, es nuestro orgullo, es mi única hija y es mi todo”, destacó emocionada.
Por su parte, Liz Ramírez, presidenta de Lazos de Amor destacó el acto solidario de las dos niñas. Comentó que una peluca para una sola persona se hace con el pelo donado por dos personas.
“Apoyamos también a pacientes con VIH de diversas maneras, ya sea con ayuda económica, contención emocional, prevención del cáncer, inclusive para su primer viaje hasta Areguá", dijo.
Explicó que tienen la idea de formar un banco de pelucas para niños y adultos que pierden su cabello durante el tratamiento con la quimioterapia.