Al ver la patrullera, el rostro de Lorena A. quedó pálido. La mujer de 31 años dio media vuelta y caminó como escondiéndose de alguien.
Y efectivamente lo hacía, huía de la policía. Los patrulleros de la Comisaría Tercera de Luque al toque pillaron su extraño actuar y le interceptaron.
Nerviosa, trató de chulearlos. Eran las 19:15 y alegó que debía llegar pronto a casa. Pero los agentes no le creyeron una sola palabra y solicitaron su cédula.
Al corroborar sus datos pillaron que desde hacía más de un mes era prófuga de la Justicia.
La luqueña era buscada por un caso de abuso sexual, la víctima había sido su hijastro de 11 añitos. Ocurrió en Capiatá.
La fiscala Carolina Martínez comentó a EXTRA que el abuso ocurrió a mediados del mes de marzo, pero recién fue denunciado el 6 de abril, cuando el papá del nene encontró en el teléfono del mitã’i mensajes donde Lorena le insistía con “volver a hacerlo”.
“Tuvieron relaciones sexuales, la mujer sedujo al niño cuando consumía bebidas alcohólicas”, relató la fiscala. La mujer fue procesada por abuso sexual en niños.
Cuando papá salió
Aquel día, la criatura quedó al cuidado de Lorena cuando el papá salió a laburar de noche, pues es personal policial.
En la casa además de ellos, estaba la hija de 7 años de ella. Cuando su hijita durmió, ella decidió acostarse también e invitó al niño a que se acueste al lado suyo. Empezó a manosearlo y lo obligó a tener relaciones sexuales.
“Es un caso bastante peculiar. Normalmente el agresor es el hombre y del entorno familiar. En este caso hablamos de la madrastra, con quien el padre tenía una relación ya de un año”, apuntó la fiscala.
Durante visitas
El policía y su novia vivían juntos desde hacía ya algún tiempo, pero el niño solo iba los fines de semana en casa del papá, debido al régimen de visitas. Ese momento fue aprovechado por la autora para cometer el hecho.
“Según lo que dijo el padre hablamos de un episodio concretamente en el mes de marzo, pero tenemos que confirmar si hubo otras ocasiones”, indicó Martínez.
El niño es sometido a pericias psicológicas para confirmar si el abuso fue o no sistemático. El papá de la víctima entregó a la Fiscalía el celular de su hijo.