“Esto no puede quedar así porque yo fui muy perjudicado”, dijo Cristhian Otazú, quien el 9 de marzo del 2024 fue atacado a machetazos y perdió el segundo dedo de la mano derecha
Todo empezó de la forma más absurda. La hermana de Cristhian tiene una bodega en Ñemby; aquella noche él llegó al lugar y vio a sus vecinos, Hugo Joel Villalba y Elvio Villalba, que son primos, tomando en la vereda. Se acercó, les pasó la mano y ahí comenzó el conflicto.
Uno de los primos se molestó porque el “apretón” habría sido muy fuerte. Una tontería que escaló en segundos. La discusión se calentó y terminó muy mal, según la abogada Clara Rodríguez, defensora de Otazú.
La abogada contó a EXTRA que los primos llegaron hasta la casa de su cliente “a atropellarlo”, machete en mano.
“Al tratar de cubrirse el cuello fue que le amputaron el dedo. Todo el tiempo ellos le jugaron al cuello”, afirmó. Se salvó gracias a que su esposa lo metió en la casa a estirones.
Macheteros libres
La indignación resurgió esta semana luego de que el Juzgado Penal de Garantías de Lambaré decidiera dejar libres a los primos Villalba.
La jueza Isabel Bracho decidió cerrar el caso, ordenó levantar el arresto domiciliario de los Villalba, con la condición de que asistan a un curso de autoayuda de una fundación cristiana y vayan quincenalmente al juzgado a firmar el libro.
También les prohibió cambiar de domicilio, consumir alcohol y portar armas.
El beneficio se dio porque el abogado de los primos propuso “reparar el daño social” con donaciones mensuales y que sus clientes admitan la culpa.
Al principio, la Fiscalía acusó a ambos por lesión grave y pidió audiencia pública. Pero luego de la propuesta del abogado defensor, decidió aceptar y abandonar la defensa.
Para la abogada Rodríguez, esta decisión no tiene ni pie ni cabeza. Dijo que esto solo puede darse si la expectativa de pena no supera los dos años. “La lesión grave tiene hasta 10 años de cárcel”, explicó. Además, señala que la salida que dio el Juzgado solo funciona si hay acuerdo entre víctima y agresores.
“Mi cliente ni enterado estaba de esta decisión. La Fiscalía y el Juzgado actuaron de mala fe, nunca enviaron notificación”, denunció. Lejos de querer un acuerdo, según la abogada, los primos Villalba hostigaban a Cristhian.
“Presentamos imágenes donde se les ve rondando la casa casi periódicamente. Le amenazaron con quemarle la casa para que desista de la denuncia”, contó.
La defensa de Cristhian Otazú presentará hoy mismo una apelación al dictamen judicial.
La abogada Rodríguez denunció que desde el principio tuvo que andar insistentemente detrás de la Fiscalía para que hagan su trabajo.
“La Fiscalía no quería ni investigar el caso, yo tuve que hacer todo el proceso, presenté todas las imágenes que hay del circuito cerrado, también hice dos urgimientos porque la causa no se movía”, manifestó.