El terrible suceso conmocionó a pobladores del barrio Manorá de la capital. Una camioneta fue rociada a balazos dejando a un niño de 5 años tendido sin vida en el asiento trasero. El papá del menor, conductor del rodado, falleció más tarde en el hospital.
Las víctimas fatales son Gabriel Giménez González (5) y su padre William Giménez Bernal (28), quien iba al mando de una Toyota Fortuner. Ambos eran oriundos de Pedro Juan Caballero.
Sus acompañantes eran Willer Fidelino Lezcano Giménez y Ever Luiz de Figueredo Souto, brasileño.
Este último salvó su vida porque, según relató a la policía, cuando llegaron a la vivienda de Giménez Bernal bajó para abrir el portón, momento en que desde una Toyota Hillux abrieron fuego contra el vehículo con ametralladoras. Cuadras más arriba, con dos balazos en el rostro, William detuvo la marcha sobre 34 Curuguateños y Boccia.
El hombre y su acompañante fueron auxiliados por vecinos que llamaron a la policía. Horas después Criminalistica trasladó el cuerpo del pequeño a la morgue. El chico recibió dos balazos en la cabeza y uno en el tórax, según confirmó Walter Vázquez, titular de la Comisaría 10.
Souto quedó detenido en la citada dependencia policial, teniendo en cuenta que es testigo crucial del atentado.
