29 abr. 2024

“Llamé a mi familia para despedirme nomás ya”, afirmó testigo de asalto a transportador de caudales

Jorge Vázquez viajaba con una amiga hacia Encarnación cuando, en el camino, ocurrió el asalto a un transportador de caudales.

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Los delincuentes explotaron la parte trasera del camión.

Entre el agua y el barro, se parapetaron hasta el cuello Jorge Vázquez y su amiga. Apenas respiraban tratando de no ser vistos. Sin hacer ruido, sin moverse y con el miedo casi ahogándoles.

A bordo de su camioneta iban con destino a Encarnación, cuando en el kilómetro 275 de la ruta PY01, en General Delgado (Itapúa), fueron partícipes de una escena que hasta ayer, solo habían visto en series y películas: vivieron en vivo en directo un asalto violento. “Del lado del frente por el parabrisas empezaron a efectuar disparos, eran disparos fuertes, nunca escuché ese tipo de disparos. Era una locura, calibres gruesos, fuertes y de seguido, sin dejar de disparar”, indicó en entrevista con radio Monumental.

Eran las 19:00 horas cuando alcanzaron la Compañía Tava’í. Jorge y su compa iban detrás mismo de un camión transportador de caudales que fue interceptado por un vehículo.

“En ese momento se baja uno de los encapuchados y nos encañona para encostarnos hacia la izquierda, otro vehículo que venía detrás nuestro hacia la derecha y un camión sojero que estaba hacia el lado contrario, le atajan y detienen todo el tránsito, efectuando disparos al aire para que todo el tránsito pare”, relató Jorge.

Cuando empezaron los disparos, el conductor no dudó un segundo en correr. Le dije a mi compañera que lo único que podían hacer era escapar arrastrándose por el suelo. Entre las malezas se movieron hasta un tajamar y ahí se escondieron.
“En eso viene uno de los encapuchados y pide la llave de la camioneta”, recordó. La chica le dijo que no tenía, entonces amenazaron con liquidarla. “Entonces yo me levanto, me entrego y le doy la llave”, indicó el joven. “Le entrego y le digo no nos hagas nada, por favor. Agarró y abrió mi auto y buscó si tenía cámara mi camioneta”, relató.

Seguido a eso empezó la explosión del blindado en la parte de atrás. “Lo único que nos dicen antes irse es, ‘váyanse lejos de acá, porque voy a hacer explotar la camioneta’. Por eso yo relato y digo, ladrones buenos. Sinceramente se ve en las películas esos ladrones que por rabia te disparan y no les calienta nada”, afirmó el testigo.

Contó que todo pasó en veinte minutos más o menos porque los de la empresa de seguridad no abrían el coche. "¡ Por qué lo que tanto tardan para entregar si no es plata de ustedes!”, reclamaron los ladrones.

En ese momento empezó a grabar desde el tajamar un vídeo relatando todo lo que estaba pasando. “Luego le llamé a mi familia para despedirme nomás ya”, manifestó asegurando que pensó que les iban a tomar de rehenes y luego en seco matarles.

Fue allí que decidieron poner explosivos. “Ellos estaban adentro y uno de los guardias le rompió la cabeza y salió sangrando. Me pidió agua a mí y nos comentó que la explosión fue lo que le tiró hacia atrás. Después que todo pasó, vino llorando y lo único que hacía era arrodillarse y darle gracias a Dios por su vida”, señaló Jorge.

Mencionó que fueron aproximadamente veinte minutos aproximadamente y 100 balazos secos de a uno los que tiraron. De todos los lados intentaron ingresar, hasta que no tuvieron forma y como estaban en el baile, explotaron la parte trasera y explotó el vehículo en que ellos estaban.

Al terminar, se fueron hacia encarnación y en camino quemaron dos vehículos. Luego de eso, tuvieron que esperar otros veinte minutos más para salir porque con el calor del fuego, los proyectiles que quedaron dentro de los vehículos explotaban sin cesar.

“Ahora veo un blindado y voy a ir corriendo lejos. Yo antes veía un blindado en el super, y normal. Hasta me estacionaba al lado, cero estrés. Ahora cuando vea un blindado, lejos…", aseveró.