Francisca Ramírez fue la elegida por los vecinos para sentarse al lado del Papa durante su visita en el Bañado Norte. Una lúcida mujer recordó sentirse cansada de los periodistas en esos días. “Ni me sentí yo misma cuando se presentó delante de mí. Me levanté, pedí bendición y no sé qué me pasó. ‘Padre, bendecíme’, le dije. Me mareé de verdad”. Ña Francisca fue la mujer que se sentó al lado del Papa Francisco cuando visitó el Bañado Norte, donde el Santo Padre habló para las más de 10.000 personas presentes.
La mujer recuerda como muy ajetreados los días previos a la venida de Bergoglio. “Demasiados periodistas venían por acá. Me aburría y corría de ellos. Iba a mi cocina y se me iban detrás porque era la elegida del Papa”, admitió la antigua pobladora de la zona.
Francisca llegó al Bañado Norte con seis hijos desde Paraguarí, en 1952. En su juventud integró la Legión de María Auxiliadora. “Cumplí 88 años en abril. No me duele nada, pero mi rodilla lo que me jode porque está débil”, contó entre risas. Afirma que el barrio mejoró mucho luego de la venida del Papa. “Estamos esperando a su representante que, dicen, que va a venir”, manifestó.