“Ichuscaiterei ha ovende enrollado” fue el comentario que dejó un poco triste a Ángela Araújo (25), una joven que tiene su puesto de ventas de enrollado y chicharõ al costado de la ruta en el kilómetro 7 de Ciudad del Este.
La joven contó a EXTRA que la semana pasada escuchó a una conocida, que iba en auto, menospreciando el trabajo que viene realizando desde el año pasado, con ayuda de sus padres. Lejos de dejar que le afecte, Ángela decidió dejar un mensaje en sus redes sociales y el posteo se volvió viral.
“Esta soy yo, la que vende enrollado, la que vende remedio yuyo, la que vende asadito, la que vende lo que sea. A veces la gente me señala, se ríe, así también ya conocí a muchísima gente que me quiere y me da todo su apoyo. Lo que no saben es que en horas gano más que un salario mínimo, sin cumplir horario y lo mejor es ir a trabajar con mis padres”, publicó.
La mujer destacó que hace un trabajo honesto y no le da vergüenza porque así se gana la vida honradamente, sin perjudicar a nadie. “Las personas demasiado piensan en el qué dirán. Lastimosamente hay muchos que te critican, te señalan, se burlan de vos, por eso muchos jóvenes de mi edad no se animan a trabajar vendiendo cosas porque tienen miedo de que se burlen de ellos, pero no saben lo que se pierden”, indicó la esteña.
Falta todo
Según explicó, sus padres son los que preparan el chicharõ y enrollado y ella sale a venderlos. Todo lo que cocinan, se va rapidísimo. “Una hora basta para que venda más de 46 combos, ahora por Semana Santa lo que no conseguimos la piel del chacho y hacemos 25 al día nomás y me falta todo”, indicó la joven.
El precio es de G. 20.000 y en el combo incluye un enrollado, trozos de mandioca y chicharõ.