Richard, no superaba los 24 años, sufrió un terrible accidente en moto el viernes pasado en CDE, por lo que tuvo que ser llevado al Hospital Regional.
Debido al fuerte golpe en la cabeza, tristemente, anteayer fue declarado con muerte cerebral, una condición irreversible.
Como la familia es de escasos recursos, pidieron ayuda al concejal Aldo Barrios para conseguir un cajón para el finado.
Pero, estando ya en la morgue, los familiares se llevaron un sustazo al ver que Richard se movía en agonía. Los médicos volvieron a conectarlo y se dieron cuenta de que su corazón estaba latiendo.
“Lo que llamó la atención de los familiares es que les insistían con la donación de órganos”, relató el concejal.
Luego de varias horas, Richard falleció definitivamente. Hubo doble dolor para la familia. Barrios publicó el caso en su cuenta de Facebook y desató un sinfín de teorías, algunas señalando un posible intento de tráfico de órganos.
“Su familia me dijo que vieron una marca en su estómago que antes no tenía y van a averiguar qué pasó”, señaló.
“Una confusión”
Katia Ayala, directora del hospital, explicó que en estos casos algunos cuerpos aún presentan movimientos involuntarios luego de ser desconectados, y que no se trata de una resurrección.
“El resto de su sistema estaba activo, pero el cerebro ya no. Al desconectarlo, su corazón volvió a latir y tuvo estos movimientos que suelen darse. Se lo volvió a conectar hasta que pudiera irse por completo”, indicó. Vivió un par de horas más. Tras la confusión, los médicos explicaron lo ocurrido a la familia.