04 mar. 2025

“La persona que dice ser feliz como travesti, miente”

El pedrojuanino produce miel, mosto y verduras frecas. Distribuye a domicilio sus pedidos. El pedrojuanino produce miel, mosto y verduras frecas. Distribuye a domicilio sus pedidos.

Marcelino Soler, el hombre que luchó y escapó del oscuro mundo de la prostitución como travesti, rompió el silencio para evitar que otras personas pasen por el “infierno” que le tocó vivir.

“Yo era joven cuando corrí de mi casa, pero no sabía que terminaría así. La persona que dice ser feliz como travesti, miente. Durante 17 años yo viví cosas horribles. La prostitución es un pozo sin fondo en el que uno busca una salida pero cada vez se ahoga más”, relata. Soler asegura que “no existe prostitución sin drogas ni adicto que no termine prostituyéndose”.

Cuando se transformó en “Soledad” vivía momentos de extrema pobreza. Con el tiempo fue obteniendo dinero y cayó en las drogas. “Todas las personas que venden su cuerpo usan droga porque los clientes te obligan a hacerlo. Te pagan para que uses droga y ¿cómo vas a rechazar si dependés completamente de ese dinero para comer y vivir?”, cuenta.

El pedrojuanino fue adicto al crack por 9 años.“De lo que más me arrepiento es de haber robado. Robé dinero a un cliente y a otras personas. Pedí perdón a Dios, pero aún me pesa en el corazón”, admite, dolido.

Marcelino cambió su vida hace tres meses, cuando en un momento de desesperación suplicó ayuda a Dios. “Estaba tirado en el piso y sentí su presencia. Hasta mis padres se preguntan cómo pude dejar toda esa vida de un día para otro. Dios me dio esa fuerza y soy feliz de nuevo”, narra.