Proveniente de una familia de metalúrgicos, en sus veintes se interesó por los vehículos y abrió un taller de chapería y pintura. Hoy día también vende y coloca baterías, y es feliz enseñando a sus clientes.
A sus 62 años, Angélica Monzón es madre, abuela y una trabajadora que ya perdió la cuenta de las veces que sacó de apuros a automovilistas.
Su negocio está ubicado en Lambaré. “Abrimos de lunes a domingo hasta las 20 horas, pero también atiendo después de esa hora, porque siempre hay urgencias”, dijo a EXTRA.
A altas horas de la noche y a madrugada, quienes suelen necesitar de su servicio suelen ser trabajadores y quienes están por los hospitales.
Explica todo
El doctor Juan Pablo Servín contó en Facebook que doña Angélica fue salvatore para su hija y destacó la forma en la que realizó su trabajo.
“Hizo el testeo, por primera vez me explicaron qué es lo que miden, por cierto. Todo mientras realizaba con destreza la tarea a la que vino”, escribió el médico y su publicación se hizo viral.
Ella comentó que le gusta enseñar a sus clientes, sobre todo a los jóvenes, porque ve que hay colegas se aprovechan del desconocimiento para vender productos muy usados. “Yo digo que los colegas se desesperan por vender. Acá me llegan varios que dicen que les jodieron y eso no me gusta”, comentó.
“A la juventud tenemos que tratar de enseñar. Les empiezo a hablar como una mamá. Da gusto, es una satisfacción poder enseñar”, expresó.
