Los católicos celebran hoy el día de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, que es patrona de la ciudad de Pedro Juan Caballero, departamento de Amambay, donde cada año reúne a unos 15.000 fieles.
La devoción de los pedrojuaninos hacia la Virgen del Perpetuo Socorro se expresa con alfombras artísticas, hechas con materiales reciclados que cubren 1200 metros de las calles, donde pasará en procesión la imagen de la Santa Patrona.
Al Perpetuo Socorro se le reza para pedir ayuda y protección en momentos de necesidad, especialmente en situaciones difíciles o peligrosas. Según la página católica ACI Prensa, se la considera la “Madre infalible” que siempre acude en auxilio de sus hijos.
Tiene dos oraciones, uno para pedir ayuda financiera y otro para pedir consuelo.
Oración por ayuda financiera de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Oh querida Madre de todos, tú que eres el perpetuo socorro, no solo en lo espiritual, sino también en las necesidades temporales, te pedimos que nos ayude en el presente por las preocupaciones financieras.
Debido a circunstancias inevitables que han surgido en nuestras vidas, estamos en una gran necesidad financiera y la vergüenza se ha apoderado de nuestro hogar, ya que no somos capaces de cumplir con nuestras deudas.
No estamos pidiendo, oh querida Madre del Perpetuo Socorro, la riqueza, si la misma no está de acuerdo a la voluntad de Dios. Nosotros simplemente te solicitamos la asistencia divina que nos ayude a resolver nuestras obligaciones presentes.
Creemos, querida Santa Madre de Dios, que tú eres extremadamente amable y generosa con todos tus hijos amorosos y dedicados.
Te rogamos, por lo tanto, querida Madre, nos concedas la ayuda que necesitamos con urgencia.
Estamos tratando con mucha perseverancia en resolver nuestro problema con todas nuestras fuerzas humanamente posibles, pero creemos que con tu poderosa intercesión con el Señor Jesucristo, tu Hijo y nuestro Redentor, puedas aliviarnos estas cargas.
Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración para pedir el consuelo de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Oh Madre del Perpetuo Socorro, concédeme la gracia de que pueda siempre invocar tu bellísimo nombre, ya que él es el Socorro del que vive y Esperanza del que muere. Ah, María dulcísima, María de los pequeños y olvidados, haz que tu nombre sea de hoy en adelante el aliento de mi vida. Cada vez que te llame, Madre mía, apresúrate a socorrerme, pues, en todas mis tentaciones, y en todas mis necesidades, propongo no dejar de invocarte diciendo y repitiendo: María, María, Madre Mía.
Oh, qué consuelo, qué dulzura, qué confianza, qué ternura siente todo mi ser con solo repetir tu nombre y pensar en ti, Madre Mía. Bendigo y doy gracias a Dios que te ha dado para bien nuestro ese nombre tan dulce, tan amable y bello. Más no me contento con pronunciar tu bendito nombre, quiero pronunciarlo con amor, quiero que el amor me recuerde, que siempre debo acudir a ti, Madre del Perpetuo Socorro. Amén.