La pregunta era rara, perturbadora y cargada de misterio. “¿Alguien sabe de una persona capacitada para quitar el kurundu?”. Así arrancó el mensaje que, aparentememte, una mujer escribió en Facebook pidiendo ayuda urgente para su abuelo, de 88 años.
Contó que el señor está en las últimas, muy enfermo, pero que no puede morir, porque supuestamente tiene incrustado en el pecho el dedo de su bebé fallecido hace años. Su alma está atrapada en la tierra.
Muchos internautas aseguraron conocer casos similares, donde personas agonizaban durante días y recién pudieron morir después de que les sacaron un huesito del cuerpo. Aunque parezca mentira, la gente cree que se trata de una protección que los hace inmortales. Algo mágico y sobrenatural; le llaman “abogado”, según explicó el profesor David Galeano Oliveira a EXTRA.
“Mucha gente tiene esa creencia en súper poderes y en uno de los casos que conozco es el famoso dedito que se le quita al angelito. Es sacarle el último dedo (meñique) del lado derecho, que es del lado de Dios, porque del otro lado se le atribuye al diablo”, señaló.
Recordó el caso de un familiar que también se hizo un pequeño corte en el lado derecho del brazo y se introdujo el meñique de su finado hijo.
El hombre vivió por muchos años y enfermó de diabetes. A pesar de que se le amputaron las piernas, él seguía. Hasta que en una ocasión, una enfermera accedió al pedido de la hija de hombre, le sacó el huesito y a los cinco segundos murió.
“Es tanta la sugestión que eso genera, que la gente cree que ni siquiera puede morir”, refirió.
Por su parte, el espiritista Wilson Rechmann explicó a EXTRA que hay personas que incurren a la profanación solo para robar esa parte del cuerpo del angelito. Hay presos y médicos chae que lo tienen para la buena suerte. Otros se tatúan a San La Muerte, que también sirve como “abogado”.
Pueden ir al hospital
El doctor Hernán Rodríguez comentó que ya había oído hablar de la creencia del kurundu, pero aclaró que, aunque los médicos no comparten esa idea, si se confirma la presencia de un objeto extraño en el cuerpo del paciente, igual se procede a retirarlo.