Pese a todos los obstáculos que se le presentó en la vida, entre ellas, y la mayor de todas, perder la vista a los 13 años, María Sofía Amarilla, una joven oriunda de Capitán Meza, Itapúa, nunca bajó los brazos y mucho menos dejó de seguir sus sueños. Ayer se convirtió en una flamante licenciada en Ciencias de la Comunicación, en Encarnación.
La universitaria demostró que la discapacidad no es impedimento para cumplir estas metas, no obstante lucha contra la discriminación en todos los ámbitos. Según el medio local Sur Digital Py, la joven presentó una tesis sobre la accesibilidad en imágenes en las instituciones públicas de la ciudad de Encarnación.
La joven había perdido la vista a los 13 años. "¿Quién apagó la luz?”, había sido la primera frase que dijo tras este triste momento. Aparentemente la ceguera fue causa de un accidente en sus prácticas de danza. Pese a que se sometió a una cirugía, no volvió a recuperar la vista.
Los docentes de la Universidad Católica de Itapúa, institución donde culminó sus estudios, aseguraron que aprendieron más que de ella en clase y fuera de ella, ya que Sofía es todo un ejemplo de perseverancia, además de dedicación en la formación de su profesión.
El sueño de la recién egresada es poder seguir sus actividades de concientización sobre la inclusión a personas con discapacidad en la sociedad.