05 mar. 2025

Investigan muerte de militar que denunció precariedades

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“No somos sombras, somos humanos”, dice parte del mensaje que el sargento primero de Infantería Juan Ángel Adorno Peña (30) envió a uno de sus superiores días antes de morir. Harto de lo que veía a su alrededor cada vez que despertaba, decidió no callar y, a través del WathsApp, reclamaba las condiciones inhumanas en las que vivían.

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En uno de los mensajes, incluso, cuenta que ya no había carne y que llevaban días sobreviviendo con coquitos y café. El uniformado había sido comisionado al destacamento número 3 Teniente Américo Picco, en Boquerón, dependiente de la Sexta División de Infantería.

Juan Ángel, consciente de que podía ser castigado por sus reclamos, prefirió correr el riesgo. “Hay personal que necesita pasar por lo menos una de estas fiestas con la familia. Yo tengo dos hijas y uno en camino”, reclamó a un tal teniente primero Martínez, según se puede ver en otro mensaje.

Pero el pedido fue en vano y Juan Ángel no soportó la idea de pasar Año Nuevo lejos de los suyos. Fue así que decidió quitarse la vida colgándose de un árbol. Su cuerpo fue hallado ayer alrededor de las 02:00.

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“Me sorprende”

Desde el Departamento de Comunicación Social del Comando del Ejército informaron que la Fiscalía militar ya abrió una investigación. Igualmente, se dispuso la apertura de un sumario para deslindar responsabilidades.

El mayor Diego Torres, jefe del Departamento, habló sobre los prints. “Últimamente se estuvo demostrando que estas conversaciones se pueden crear, yo no tengo certeza de que ese print haya sido de él”, señaló.

“Lo que me sorprende es que él era oriundo de Mariscal Estigarribia, está acostumbrado a estar en el Chaco. Creo que tuvo un problema personal y se acumuló estando en un lugar donde es difícil vivir alejado de la familia”, finalizó.