Un domingo tranquilo en el barrio La Merced de San Antonio terminó en un feroz pleito vecinal de novela que derivó en gritos, machetillo en mano y hasta cascoteada en la cabeza.
El lío arrancó alrededor de las 20:00, sobre la calle Juan Pablo sexto. Según el informe policial, Hugo Rolón Cabrera, argentino, llamó al 911 para denunciar a su vecino, Juan Pablo Figueredo Benítez, de 78 años, porque estaba con la música a todo volumen.
De fondo sonaba el tema “Te Va a Doler” del grupo Mandingo, que aparentemente no dejaba dormir a nadie en la cuadra.
Cuando llegó la patrulla de la Comisaría 24ª Central, los policías no pudieron ingresar a la casa, ya que se trataba de una propiedad privada, por lo que intentaron hablar pacíficamente con la familia para que bajen el volumen y calmar las aguas.
Los barrullentos accedieron, pero la paz no duró mucho.
Minutos después, la Policía recibió otra llamada, porque el pleito seguía.
La familia de Figueredo fue hasta la casa de Rolón a reclamar y ahí se inició la batalla campal.
El argentino salió con un machetillo en la mano, entre empujones y patadas, y amagó con tajear a uno de ellos.
El encontronazo quedó grabado en video, donde además de todo tipo de insultos, se escuchó a una de las personas gritar: “¡Ustedes piensan que abuelo nomás es! ¡Pemañami, pemañami!”.
Si bien, nadie resultó herido por el machete, don Hugo terminó con la cabeza lesionada a raíz de los cascotes que, según él, le tiraron los vecinos. Contó además que tuvo que ir a dormir a otro lugar para evitar más agresiones.
Rivalidad vieja
El comisario Gilberto Coronel contó a EXTRA que el pleito entre los dos ya se viene arrastrando desde hace varios años.
“Según nos dijeron, ambos habían trabajado juntos en la Municipalidad, pero cuando Rolón perdió su puesto, empezaron a pelearse”, relató.
Tanto Rolón como Figueredo presentaron denuncias formales: uno por polución sonora y el otro por agresión. La fiscala Soledad Núñez resolvió que ninguno sea detenido, pero los dos debían ir ayer hasta el Ministerio Público para declarar.
Ahora, el caso queda en manos del Ministerio Público.