30 oct. 2025

Intendente de Katueté ya había pedido grupo táctico para la ciudad, pero no le hicieron caso

Esta madrugada robaron una sucursal del Banco Itaú. Los malevos estaban armados hasta los dientes llevaron casi un millón de dólares.

Explosivo.png

Así quedó la bóveda del banco de Katueté, Canindeyú. Ataque duró 30 minutos aproximadamente.

Gentilez / Carlos Aquino

Julio Brítez, jefe comunal de Katueté, Canindeyú, donde esta madrugada destruyeron un local de banco
Itaú para robar, lamentó que las autoridades policiales no le hicieran caso, ya que pidió refuerzo hace mucho tiempo.

En un asalto anterior a otro banco, había solicitado grupo especializado a las autoridades, aunque en aquella ocasión el ataque no fue tan grande como el de este jueves de madrugada.

“Tenemos que prevenir. Había pedido un blindado con un 50 (arma de guerra). Incluso pedí que se traiga acá fuerzas especiales en Cruce Karumbe’y, que es un punto estratégico. La Policía acá no tiene estructura para enfrentar a esta gente”, expresó el mandamás a NPY.

Indicó que Katueté era considerada la ciudad más segura de Canindeyú, hasta hoy. “Acá no hay ni robo de motos y esas cosas. Lastimosamente hoy nos encontramos con esto”, indicó.

En la ciudad hay ocho bancos, tres financieras y dos casas de cambio, por lo que es un distrito que mueve mucha plata, según el intendente.

Reportó que desde las 2:40 comenzó a recibir mensajes de los vecinos de alrededor del banco atacado por al menos 20 hombres armados. “Unos 40 minutos de balacera por ahí fueron y se escucharon tres explosiones, según dijeron. La panadería que estaba al lado destruyeron. El edificio en sí del banco quedó inutilizado”, lamentó.

La fiscal Clider Velázquez, encargada de la investigación, informó que los asaltantes lograron llevarse una suma cercana a 910.000 dólares. La representante del Ministerio Público indicó además que el monto sustraído formaba parte de una recaudación reciente.

Hasta el momento no se registran personas detenidas, aunque los intervinientes hallaron dos camionetas abandonadas que habrían sido utilizadas por los autores para perpetrar el atraco y luego escapar.