19 abr. 2024

Ingenioso zapamóvil: repara calzados en su taller callejero

Perdió su antiguo local y en su camioneta recibe a sus clientes. Sus cinco hijos lograron estudiar y recibirse gracias a su trabajo.

Una vieja camioneta, una carpa y cientos de zapatos son parte del pintoresco paisaje que adornan las calles Río Monte Lindo c/ Santísima Trinidad del barrio Mburucuyá, de Asunción.

Entre el montón de calzados está Lorenzo Cabrera, un antiguo zapatero de 68 años que no renunció a su ofició y decidió montar una zapatería móvil. Algunos lo llaman el “zapamóvil”, compañero de viajes, risas, llantos y miles de historias.

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Toda una vida

Lorenzo es zapatero desde 1986, 36 años para ser exactos, pero hace un año tuvo que abandonar el local que alquilaba porque sus dueños murieron. Sin embargo, no renunció a la idea de seguir de cerca con sus clientes y, por esa razón, montó su taller a metros del lugar.

Compró la camionetita y volvió a trabajar con más ganas. “Yo me voy de acá y me quedo muerto”, dijo entre suspiros.

“A mis clientes les gusta demasiado el taller, uno de ellos me dijo que le gusta mucho mi forma de trabajar, entonces, me dijo: ‘yo te voy a promocionar en mi grupo de Facebook para que tengas más pedidos’, hizo eso y ahí me llovieron clientes de todos lados”, contó muy emocionado.

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Meta cumplida

Lorenzo siente que parte de su vida está en ese taller que considera su segundo hogar: sus cinco hijos lograron estudiar y recibirse gracias a su trabajo. Su esposa, con quien está casado hace 40 años, siempre lo alentó. Aprendió a reparar calzados en Argentina, con el tiempo fue perfeccionando su técnica y, además de lustrar zapatos y pegar suelas, también coloca cierres y arregla carteras.

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“Yo siempre tuve la intención de tener un móvil para poder trabajar en el mismo lugar”, refirió.

El señor no tiene registro de conducir, tampoco sabe manejar. Pero su hija es quien lo lleva y trae. Él cree que a su edad nadie se animaría a darle un registro, pero su meta ahora es esa: manejar su camioneta azul.

“Es importante que los jóvenes aprendan el oficio, por lo menos para arreglar sus propios zapatos”, Lorenzo Cabrera.

Se reinventó

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La pandemia le pegó muy duro a Lorenzo y su familia. Sin embargo, a pesar de todo, salió adelante y se reinventó, según manifestó a EXTRA. Comenzó a trabajar desde casa, pero implementó el servicio de delivery. Su nieto lo llevaba y traía de las casas de sus clientes, quienes les entregaban sus calzados. Si buscás un buen zapatero, llamá a Lorenzo al (0982) 818-887.

Fotos: Daniel Ñamandú.