Durante el fin de semana, se generó un revuelo en las redes sociales, luego de que algunos usuarios pusieron en evidencia a la influencer Florencia Méndez, quien desde su cuenta “Srita. Mendez Brand”, en Instagram, vende bikinis, entre otras prendas y accesorios, a precios muy altos.
Sin embargo, algunos de sus productos, que tienen los mismos diseños y colores, son ofertados en la tienda virtual de bajo costo Shein, de China. Por ejemplo, un conjunto que cuesta 8 dólares (G. 56.000), ella vende por G. 500.000.
Muchos internautas salieron a defender a Méndez, al señalar que cualquier artículo puede salir barato en su país de origen, pero el precio aumenta cuando se lo manda traer a nuestro país, ya que incluye gastos de los envíos y traslados, con escalas en otros países, según de dónde provenga el pedido.
Los precios también dependen del público objetivo y de la capacidad económica de cada uno, dijeron otros usuarios.
Algunos escrachadores explicaron que la cuestión no sería el alto precio, sino que se le engañó a la gente, al ocultar el origen de las prendas o diciendo que son de su propia fabricación.
Ante la polémica, Méndez emitió un comunicado en el que pide disculpas “a todas las personas que pudieron ser afectadas por la compra de estos productos en primera instancia y les ofrezco la devolución del dinero de dichas compras”.
Anunció que contactará “uno por uno”, con todos sus clientes, quienes hicieron su “compra desde el sitio e-commerce para coordinar la misma (devolución), en caso de que esta sea su elección”.
También dijo que eliminará de sus perfiles “todos aquello productos que no han sido diseñados por mí y en los cuales yo no he trabajado personalmente”. Aseguró que en adelante, solo ofrecerá trajes de baño “realizados íntegramente en Paraguay”.