Las mujeres indultadas del Buen Pastor no pudieron contener tanta alegría al cruzar el portón que divide el encierro de la libertad. Todas ellas contarán con un trabajo en el Hipermercado El Pueblo. “Cuando me enteré era de noche y estaba en mi celda, entonces le busqué a mi compañera para decirle '¡salí indultada!, ¡soy la número 9!’. Empecé a tener dolores de cabeza de tanto reír y me subió la presión de la emoción que tuve”, dijo Carmen Estigarribia (58), una de las mujeres perdonadas.
Carmen recibió 7 años de condena por microtráfico de drogas, de los cuales cumplió 4 años y en el penal del Buen Pastor. Su nombre figura entre las 22 mujeres que quedan en libertad al recibir el indulto presidencial. Carmen tiene 7 hijos, ella trabajará en el Hipermercado El Pueblo, mediante un acuerdo entre el dueño Tomás Dávalos y el Ministerio de Justicia.
“Una persona que nos ofrezca trabajo significa mucho”, expresó. Carmen considera una experiencia “muy fuerte” pasar por el penal. “Hay que saber sobrevivir. Fue muy difícil para mí hasta que llegó el momento de adaptarme”, finalizó la exinterna.
Mujer libre
Francisca Coronel (66) tenía sus bolsos preparados para salir a la calle y por fin conseguir su ansiada libertad. “Lo primero que hice fue gritar ‘¡gracias señor!’ y después recién pisé tierra”, expresó doña Francisca.
La señora estaba presa por microtráfico y es oriunda de la Chacarita. “Aunque mi casa esté inundada, quiero ir por lo menos frente a la Comandancia a mirar”, dijo la exinterna. Ella fue condenada a 5 años de cárcel por microtráfico.
“Por 3 gramos de crack estoy acá. Cumplí 4 años de condena y me llegó el indulto”, relató. La mujer manifestó que trabajará de manera independiente ofreciendo las cortinas de su creación sobre la calle Palma.
Una hija
En tanto que Julia Vera recibió una condena de 3 años por microtráfico. Ella ingresó al penal apenas días después de dar a luz a su hija, quien la acompañó durante un año y 5 meses en la cárcel. “Lo primero que voy a hacer es hablar con el señor Tomás para que nos diga dónde ir a trabajar”, contó. “Que la gente confíe en que nosotras no vamos a delinquir. Depende de nosotras para que sigan saliendo más compañeras”, auguró.