23 abr. 2024

Indígena herido por el EPP tiene daños irreversibles en la columna

El director del Hospital de Trauma habló sobre su estado de salud, luego de realizarse los estudios.

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El médico informó sobre el estado de salud del indígena internado en el servicio de Urgencias.

Leonardo Gómez Riquelme, de 43 años, sobrevivió al ataque perpetrado ayer por el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) pero ya no podrá caminar, como consecuencia del balazo que recibió.

El herido es integrante de la comunidad indígena Jasuka Venda, de la etnia Paî Tavytera, asentada en Cerro Guazú, departamento de Amambay.

Aunque su vida ya no corre peligro, se habla de que sufrió un daño irreversible en la columna.

Los miembros de la banda criminal le dispararon de hacia atrás, en posición de arrastre, informó Telefuturo.

“Se ve un proyectil por fuera de la línea vertebral, (...) hay esquirlas también en las partes blandas, en los músculos”, informó el doctor Agustín Saldívar, director del Hospital de Trauma de Asunción.

El impacto de la bala le afectó desde la vértebra número 10 hasta la zona lumbar baja. “Ya está establecida esa parálisis del ombligo para abajo”, afirmó. En las próximas horas le harán más estudios para determinar exactamente el nivel de daño.

Tras el enfrentamiento entre la Fuerza de Tarea Conjunta y el grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo, Leonardo fue trasladado en aeronave al Hospital General de Santa Rosa del Aguaray, y de ahí hasta la capital del país.

En la noche del domingo, el gobierno confirmó los nombres de los dos indígenas que fueron asesinados presuntamente por el EPP. Se trata de Rodrigo Gómez González y Alcides Morilla Romero. Este último era un reconocido referente paî, descendiente de una tradicional familia de líderes.

La perito indígena Digna Morilla, esposa del sobreviviente y hermana del fallecido Alcides, dijo que los criminales primero torturaron a sus víctimas antes de dispararles.

En contacto con radio Monumental, contó que ella estaba en Asunción cuando le llamaron por teléfono para informarle lo que le habían hecho a su familia en la mañana de ayer.

Según su relato, entre los atacantes había hombres y mujeres, paraguayos e indígenas. Llegaron a la casa a las 10:00 y entraron sin permiso. “Mi cuñada les dijo ‘jaguapýna ñañomongueta’ (sentémonos a hablar) y ahí salió otra persona del EPP y dijo ‘no vamos a hablar con ellos’. Ahí ya le forzaron a mi hermano, a su personal y a mi esposo”, expresó.

Al preguntar el motivo del ataque, los del EPP respondieron que fueron enviados por Hilario Ibarra y Sindulfo Cabrera, nativos que vivían en otro sector de Jasuka Venda.

Morilla añadió que familiares del tal Hilario ya habían ido el jueves para investigar la casa de su hermano.

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