Momentos de terror vivieron una joven luqueña y sus dos hijos en la madrugada de este domingo, cuando miembros de la barra Comando Luque, de Cerro Porteño, entraron a su casa en el barrio Cañada y la atacaron con piedras y botellas.
Gabriela Ramírez fue integrante de Chanchóligans, pero tuvo que dejar la barra cuando quedó embarazada. La joven señaló que la confundieron con los que atacaron un colectivo, razón por la que atropellaron su vivienda.
“Hubo un enfrentamiento entre olimpistas y cerristas en la esquina de mi casa. Los olimpistas rompieron el vidrio del colectivo en el que iban los cerristas que volvían de la cancha. Ellos piensan que fuimos nosotros (los Chanchóligans) los que atacamos, pero yo ya no tengo nada que ver con la barra”, explicó la joven.
El hecho ocurrió alrededor de las 12:20. Gabriela escuchó un fuerte ruido y un inmenso griterío que venía de la calle. Cuando se levantó a mirar, vio que un micro de la empresa María Auxiliadora S.A, coche 07, estacionó frente a su casa y bajaron hinchas con la camiseta Comando 3 de Mayo.
Por seguridad, aseguró las puertas y ventanas, pero aun así los barras entraron al patio y atacaron la casa durante aproximadamente 15 minutos, según su relato.
“Me amenazaron de muerte, tiraron piedras y botellas. Asustaron a mis hijos, de 8 y 5 años. Mi nena me decía ‘por favor, que se vayan’. Llamé a la Policía pero no entendían cómo llegar, se fueron a otro lado”, relató la joven.
Finalmente, esta mañana realizó la denuncia formal contra los de Comando 3 de Mayo, contra la empresa de transporte y contra dos miembros de la barra La Pandilla, quienes habrían sido los que atacaron el colectivo y a quienes ella pudo identificar.
Gabriela está embarazada y todavía se encuentra afectada por el mal momento que vivió, al igual que sus pequeños.