Calvario
Las marcas de los golpes con garrotes, varillas y balines de goma se puede observar en varias partes del cuerpo de varios internos de la penitenciaría pedrojuanina.
“Nadie será sometido a torturas ni a tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes”, reza un artículo del Código de Ejecución Penal Paraguayo. Sin embargo, esto parece ser letra muerta. Violencia en todas sus formas fue el resultado que arrojó la verificación realizada por el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP), en la Penitenciaría Regional de Pedro Juan Caballero, sector varones, en agosto de este año.
Según la ONG, los golpes, insultos y aislamientos siguen, a pesar de las sugerencias que se habían dado en ocasiones anteriores. El 40 % de los reos entrevistados denunció tortura por parte de los guardias, quienes los golpean con garrotes preparados, según cada ocasión. Los objetos hasta tienen nombres. Las marcas de los reclusos fueron provocadas por varillas de hierro, maderas, palos y balines de goma.
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Esposarlos por días o llevarlos al cuarto oscuro son otros castigos que mencionó el equipo investigador.
“La situación persiste, a pesar de las recomendaciones que hemos hecho y las distintas denuncias contra el director”, lamentó Dante Leguizamón, uno de los comisionados. Acotó que se abrió un proceso judicial para los guardias sindicados como más violentos, según los reclusos.
“Se realizará la verificación del informe del Mecanismo de Prevención y se procederá a contestar las recomendaciones hechas”, dijo Julio Agüero, director general de Establecimientos Penitenciarios.
ANTECEDENTES
El MNP ya había realizado recomendaciones en 2014 y 2016. En junio de 2016 presentó una denuncia formal ante el Ministerio Público y se dio 32 recomendaciones que no se cumplieron, entre ellas la remoción del director del penal, Hugo Zarza, en cuyo mandato ya hubo torturas y supuestos intentos de abuso sexual contra internos en el Penal de Emboscada y el Centro de Rehabilitación de Itapúa, según la ONG.
