Un hombre más mentiroso que Perurimá se ganó la confianza de una familia de Areguá haciéndoles creer que es un pariente lejano y les jodió todito mal.
El muchacho comenzó acercándose a la señora, quien atiende en su casa un negocio de venta de ropas y mercaderías para el hogar. Le dijo que es sobrino de su marido, que recordaba que él era futbolista y que sabía que actualmente es mecánico.
Convenció a la señora y hasta al propio marido de esta de que es un familiar amable y confiable. “Hasta ahora no sabemos cómo fuimos tan tontos. Nos enredó en sus mentiras. Mi marido, de tanto pensar, ya le confundía”, dijo doña Norma a C9N.
Así fue que les contó que se dedicaba a instalar cámaras de seguridad y les ofreció colocarlas en el negocio; solo debían comprar los materiales.
El delincuente fue con su “tío” a comprar la cámara de seguridad, los cables y todo lo que necesitaban. Ese día inició el plan maestro.
Una vez que ingresó a la casa, convenció al señor de que se encargue del cableado, en el corredor de la parte trasera de la casa, mientras él se encargaba del frente.
“Yo fui de compras, mientras mi esposo colocaba los cables; él le hacía cambiar y cambiar de lugar. Mi marido es petisito y le puso a trabajar en la parte más alta para que le tome tiempo luego”, manifestó la víctima.
Mientras tenía entretenido al dueño de la casa, el delincuente estaba vaciando el negocio. Cargó en su automóvil de todo: alimentos, productos de limpieza, ropa nueva, un celular y dinero de la caja.
Por si fuera poco, cuando Norma llegó, le dijo que podía arreglar su televisor, que solo necesitaba comprar un repuesto. La señora le entregó G. 170.000 y el “sobrino” subió a su auto, supuestamente en busca del repuesto, y nunca más regresó.
Estiman que la pérdida es de más de G. 14.000.000. Lo que saben del señor es que tiene un auto Toyota IST rojo y que es un estafador nato.
¡Qué bajón, cómo se aprovechan de la gente honesta!