02 mar. 2025

Fuente surgió del dolor y da alivio

El funesto episodio que cegó alrededor de 400 vidas marcó un después en la vida de los familiares de los fallecidos y los sobrevivientes. Tristes historias conmueven los corazones que siguen dolidos a pesar de los años. El funesto episodio que cegó alrededor de 400 vidas marcó un después en la vida de los familiares de los fallecidos y los sobrevivientes. Tristes historias conmueven los corazones que siguen dolidos a pesar de los años.

Como cada domingo, aquel 1 de agosto de 2004, los Romero tenían planeado salir a almorzar. Sin embargo, Mateo, el más pequeño de la familia, estaba internado, por lo que la abuela Anuncia decidió quedarse por si acaso su hija Lourdes la necesitaba.

Emigdia (42) y Lina (37) se prepararon para ir al supermercado Ycuá Bolaños, con Tomás, su sobrino de 7 años, cuyo hermanito menor estaba enfermo. Tomás insistió a su abuelo Julio César que lo acompañara, pero el hombre, preocupado por la salud de su nieto, se negó a hacerlo.

Pocas horas después, la vida de los Romero cambiaría totalmente. Anuncia y Julio perdieron a sus dos hermosas hijas y al risueño nieto, mientras Lourdes cargó con el dolor de no volver a ver a su hijo y a sus hermanas. Un día llegó una mujer, preguntó por la casa de Lina. “Es esta, pero Lina ya no existe”, respondió el dolido padre. “Ya sé, les traigo un mensaje de ella”, señaló la inesperada visita.

Se trataba de una vidente que aseguró que Lina, Emigdia y Tomás deseaban una fuente de agua que pudiera sanar a todo aquel que tuviera fe. Aunque sorprendidos y temerosos, los padres decidieron construir la cascada y colocar las fotos de sus seres amados. Desde ese día, numerosas personas llegan a la casa a santiguarse y pedir milagros, especialmente a Lina.

“Vino una señora de Argentina, me preguntó si le permitiría bañarse con el agua de la cascada”, recordó Anuncia. A la mujer le habían diagnosticado una enfermedad del corazón.

Arte

Un sacerdote le dijo a Anuncia que debía aceptar la voluntad de Dios y buscar algo en qué ocupar su tiempo. Entonces, decidió estudiar pintura y decoración. Ahora realiza hermosos diseños sobre manteles, sábanas y cuadros. Además de relajarse, significa un ingreso económico para ella.

Incluso envió al Papa un mantel y una carta que recibió rápida respuesta, diciéndole que el alma de sus difuntos había sido encomendada al Señor.