Las puertas del hogar de abrigo por fin se abrieron para la pequeña Fiorella. Luego de casi dos meses, la niña robada de Capiatá, y posteriormente rescatada, volvió a la escuela, cumpliendo de esta manera la orden de la jueza Jovita Rojas.
“La semana pasada se dio la autorización y hoy (por ayer) retomó sus estudios”, señaló Esmilce Rodríguez, la defensora de la Niñez que sigue de cerca la historia de la menor. Rodríguez, por obvias razones, no quiso entrar en detalles, solo agregó que la criatura sigue en el hogar de abrigo resguardada y contenida como el primer día.
Víctor Villaverde, fiscal del caso, señaló que hubo varios pedidos por parte de la Fiscalía. “Solicitamos que se revoque la prisión domiciliaria de Bella Montiel”, indicó el agente del Ministerio Público.
Explicó que existen elementos como para creer que la vecina de Liz (mamá biológica de Fio) estuvo implicada en el tráfico de menores, que es el delito por el cual está procesada.
Según Villaverde, los abogados de Montiel recusaron a la Cámara de Apelaciones y es por esta chicana que no fue aún a prisión. El fiscal igualmente pidió que Celia Genoveva Chamorro, la mujer que crió a Fio durante cuatro años, vuelva a prisión.
“Solicitamos también que se revoque la medida del arresto domiciliario, aunque el pedido no fue resuelto aún”, explicó. Finalmente manifestó que Eusebio Coronel, pareja de Celia, sigue recluido en la cárcel de Tacumbú.
Fiorella había desaparecido el 4 de febrero del 2014 de un barrio de Capiatá, cuando su mamá Liza fue a trabajar. Apareció cuatro años después, el 8 de mayo de este año, en poder de la mencionada pareja.