Al grito de “¡Cerro campeón!”, las bombas no paraban de iluminar el cielo en la noche del domingo. Jhony Arnaldo Paranderi, fanático azulgrana, no quiso quedarse atrás. A la par de bajarle algunas cervecitas, empezó a “disparar” bombas 12x1 en la vereda de su domicilio, en el barrio Sur de Bahía Negra, departamento de Alto Paraguay, Chaco paraguayo. El festejo se convirtió en una “tragedia con suerte”.
El hombre de 30 años, sin calcular los riesgos que representaba, colocó tres petardos en la palma de su mano con el fin de quemarlos al mismo tiempo. Al encender el cartón de uno de ellos, rápidamente los otros dos también “accionaron": sus dedos literalmente explotaron ya que las bombas no volaron hacia arriba.
A causa de esto, la víctima sufrió la amputación de los dedos meñique y anular de la mano izquierda y parte del índice de la mano derecha.
El joven fue auxiliado hasta el Centro de Salud local, donde fue atendido. Posteriormente fue derivado hasta Fuerte Olimpo, de donde se espera su traslado hacia la capital del país para una mejor atención.