18 abr. 2024

Felipe, el yryvu más fotogénico y chulinita

No solo le gusta visitar gimnasios, había sido. Recorre Villa Hayes y se gana el cariño de la gente.

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Cuando Felipe anda hambriento o con calor, se acerca a las personas. Es muy manso, según los lugareños.

En los últimos días, una enorme ave negra entró a un gimnasio de Villa Hayes. Al viralizarse el video, vecinos comenzaron a explicar que el plumífero es casi una mascota por lo chúlina que es.

“Antes de ver la publicación del gimnasio, yo le había sacado foto e hice un video porque me sorprendió que fuera tan buenito. Le vi en la Costanera (de Villa Hayes) y se acercó sin miedo”, contó a EXTRA Ángel Paniagua.

Recordó que ese día se dio cuenta de que el ave estaba hambrienta y se le ocurrió darle un poco del pedazo de pan que tenía.

“Le puse agua también, pero eso no quería, más bien quería comer algo”, expresó. Agregó que nunca antes había visto un cuervo así tan de cerquita.

El oficial Jorge Almada reveló el nombre del amigo con alas.

“Felipe se llama, ese ko suele recorrer todo el barrio ahí, por los alrededores. Muy manso es, letrado es: donde hay aire acondicionado nomás se halla”, contó. Agregó que siempre se va, pero vuelve otra vez y directo entra en la guardia o en la cocina para comer.

El extraño amigo recorre por todo el barrio, va a la Fiscalía, a la plaza, a la Costanera, pero cuando se cansa o tiene hambre, es donde más se acerca a las personas.

Fabiola Benítez reveló que a Felipe le encanta estar por todos lados. “Recorre barrio por barrio, su dueña siempre pide que no le den de comer porque su alimentación es muy delicada”, detalló.

Parecido a Piter

Era conocido como “el buitre Piter”, se subía en el Micro Frutillita de Areguá y se paseaba de barrio en barrio.

Al principio le tenían miedo, pero luego se fue ganando el cariño de los vecinos de Cocué Guazú, que incluso simbólicamente lo nombraron “Hijo dilecto” de la zona. Hace poco murió.

Son carroñeras, pero no peligrosas

Luis Recalde, ingeniero agrónomo, asesor en gestión ambiental y observador de aves, explicó que lo correcto es decirles yryvu a estas aves. Son también carroñeras y se asemejan mucho a los cuervos europeos y también a los buitres, pero no tienen familiaridad. “Son muy comunes en las ciudades porque se alimentan de basura y animales atropellados, por ejemplo. Pero que se dejen fotografiar sí es poco común. Quiere decir que fueron pichones criados ‘a mano’, no son más animales silvestres propiamente dicho. No son peligrosos y no comen animales vivos”, explicó.