“Cosas muy extrañas, inexplicables pasan en mi casa, yo que nunca creí en espíritus pero ahora comienzo a pesar diferente”, dijo ayer a EXTRA, la licenciada en Psicopedagogía, Rossana Guadalupe Velaztiqui.
Ella, es vecina del barrio el barrio Progreso, de Villa Hayes - Chaco y su casa está a metros del lugar donde fue tirado el cuerpo decapitado de Cinthia Carolina Escobar Almada (30), el 21 de enero del 2016. En la zona siempre se habló que pasan cosas raras de noche. Algunos vecinos cuentan que varios motociclistas ya cayeron porque se les cruza sombras que salen del nicho de Cinthia.
Debajo de la cama
Rossana, contó que unos de los primeros sucesos raros fue cuando su hijo de 5 años, le dijo a su tía que había alguien bajo su cama, que miró, y había una sombra.
“Mi hermana se fue y miró para tranquilizarlo, pero no había nada”, agregó. Comentó que esta semana vinieron sus sobrinos de visita.
“Uno de mis sobrinos, en un momento dado, se me acercó y estaba muy asustado. Me dijo: pensé que tía (hermana de Guadalupe) entró en tu pieza, le seguí y nadie estaba, desapareció”, le relató el sobrino.
Gatos asustados
Contó que entre las 00:00 y 00.30 hay ruidos como golpes. “Ya me levanté varias noches a ver y no hay nada”, acotó.
Contó que a esa hora, los gatos, que son muy sensibles, atropellan las puertas y arañan como si quisieran entrar dentro de la casa.
Guadalupe dijo que nunca creyó las historias que sus vecinos, pero ya comenzó a sentir cosas.
Con sacerdote
Comentó que en el grupo de WhatsApp de su barrio contó lo que estaba pasando en su casa. Y muchos dijeron que no pasaban más cerca del nicho por las sombras que aparecían en el lugar.
Una vecina contó que escuchaba ruidos por su ventana, rezó y paró. “Me vecina va a pedirle a un sacerdote que venga a orar en casa” dijo. La licencia pidió a la familia de Cinthia, que vaya, limpien el nicho y que le prendan vela.