Laura Benítez y Carlos Becker experimentaron un montón hasta encontrar el método exacto para conseguir los extractos de pohã ñana que ahora venden, tanto para mate como para tereré. El nombre de su emprendimiento, Yuko, es una combinación de “yuyos concentrados”.
La idea nació un día cuando la pareja -él abogado y ella licenciada en marketing- salieron a comprar remedios refrescantes y les costó conseguir.
Comenzaron en 2018 y contrataron a una tecnóloga de alimentos que les ayudó a dar sus primeros pasos en un rubro que no era el de ellos.
“Empezamos a trabajar pero aplicando calor para la extracción del yuyo, y esto hacía que el sabor y aroma se degraden, tenía un gusto a té. Entonces seguimos probando”, recordó.
Para cuando eso ya habían invertido mucho tiempo y dinero. Se bajonearon, pero no se rindieron. Estudiaron más y llegaron al método de extracción en frío.
Consiguieron plantas madres de todas las especies que decidieron utilizar y armaron su propio cultivo en un predio en Atyrá. Todo lo que usan es orgánico y cuidan hasta el menor detalle, refirió Laura.
Las plantas madre son hidropónicas (cultivadas en agua) y reciben luz artificial según necesidad. Los “hijitos” sí se cultivan en tierra. Por su carácter innovador recibió el apoyo técnico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Sus productos
Para tereré tienen cuatro “mixes” con remedios refrescantes:
1. Digest-Yorador: tiene kokú, burrito, yerba de lucero.
2. Cero estrés: hecho a base de menta’i, cedrón Paraguay y limón.
3. Detox: tiene para para’i, cedrón kapi’i y peludilla.
4. Che korasõ: es con tarope, menta’i y cardo santo.
Para mate cuentan con dos preparaciones:
1. La de boldo, con siempre viva y cáscara de naranja.
2. La de eneldo, con manzanilla y cáscara de naranja.