Clarita (nombre ficticio) y una compañera se encontraban en el interior del aula ordenando carpetas que debían entregar a la profesora, el miércoles por la mañana. De repente, sintieron que algo proveniente de afuera les cayó encima. Sin saber de qué se trataba, se acercaron para echarle un ojo y ahí nomás explotó: ¡era un enorme cebollón!
Entre el dolor y la desesperación, un griterío alertó a los demás compañeros y a las autoridades escolares del colegio Dr. Raúl Peña, de Caacupé.
La peor parte se llevó Clarita, quien además de un tremendo dolor de cabeza, acabó con heridas en el pie y las piernas, pese a que llevaba puesto un calzado. La otra niña solo se llevó un susto de aquellos, pero no sufrió heridas.
“Mi hija me contó que ni siquiera se percató de lo que pasó porque la explosión le dejó shockeada, luego lloró al ver que tenía una herida en el pie y conste que tenía zapato”, señaló J. O., madre de la adolescente.
AUXILIO Y DENUNCIA
Tras la desgracia con suerte, las menores fueron llevadas hasta la coordinación, donde Clarita se comunicó con su padre. Minutos después, el hombre llegó al sitio y trasladó a su pequeña al Hospital Regional de Caacupé, donde fue atendida.
“Si llevan un cebollón pueden ingresar hasta armas y, como son muchos alumnos, es un peligro para los demás”, dijo J. O., quien denunció el hecho en la Comisaría 1ra local.
Además, remitió una atenta carta al director del colegio, el profe Darío Germán Ruiz, manifestando que espera que los autores del lamentable episodio sean sancionados.