Foto: SEMANARIO ENCUENTRO
Las escalofriantes súplicas de Juanita (nombre ficticio), de 13 años, aterraron a su mamá. La historia de la humilde familia de Capiibary recorrió el país y a muchos dejó perplejos, luego de que la madre contara que todo comenzó con un juego en su celular.
Sobre esto, el diácono Bernardo Figueredo contó a EXTRA que el teléfono móvil es una “puerta de entrada” para el demonio. “Son puertas abiertas para que entre el enemigo, juegos demoníacos que entran a través de Internet”, refirió, aunque aclaró que los aparatos llevan a perturbaciones y no a posesiones.
Cuando el demonio entra al cuerpo, la persona debe ser liberada, dijo. “Se hacen cursos. Los que perseveran se liberan, pero los que dejan están más vulnerables. La palabra dice, ‘salieron de la persona y luego volvieron con siete demonios más’, por eso no hay que dejar caer los brazos”, afirmó.
Invitó a la gente a asistir este domingo a un encuentro sobre “exorcismo y liberación”, en el Centro Carismático, desde las 8:00 hasta las 15:00.
Posesión y perturbación
Posesión es cuando el espíritu demoníaco se apodera del cuerpo y maneja a su víctima físicamente. “Son muy contados los casos.
La gente no conoce mucho, por eso piensa que es así”, dijo.
Perturbación es cuando la persona experimenta la presentación de los demonios en imágenes, palabras, sonidos; afecta la parte psíquica, llevan a situaciones perturbadoras.