Mariela termina este año el colegio y siempre soñó con estudiar Medicina. Pese a que tenía la enorme ilusión de convertirse en doctora, a su familia no le alcanza el dinero para solventar los gastos que conlleva esta costosa carrera, así que no le quedó más remedio que decidir trabajar con su hermana en una peluquería de su ciudad, Choré (San Pedro).
Así como ella, muchos jóvenes son víctimas de la desilusión al tener que optar por una carrera de bajo costo, aunque no sea la que les guste. “El problema que surge en esta época es cuando el adolescente desea estudiar una carrera que papá y mamá, muchas veces, no pueden pagar”, explicó Glenda Maldonado, jefa del Departamento de Psicología del Ministerio de Educación.
Lo que recomienda en estos casos es que el joven comience estudiando un oficio o carreras técnicas cortas, que se inclinen hacia el área de su preferencia. La fácil salida laboral de estos oficios les permitirá después pagar la carrera que les gusta, según Maldonado.
El MEC ofrece tests vocacionales gratuitos para orientar a los jóvenes a una buena elección de su profesión y, a la vez, ayudarlos a resolver este tipo de problemas.
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La última formación
En un colorido desfile, alumnos del tercer año de la media del Centro Educativo y Técnico San Agustín, de Luque, realizaron ayer la llamada “última formación”, que consistió en un paseo por las calles del barrio Palma Loma, vestidos con los uniformes de las carreras que desean seguir.
Había pilotos, militares, ingenieros, entre otros. Los adolescentes recibieron el apoyo del plantel de psicólogos que, a través de tests vocacionales, facilitaron la elección de las carreras.