
La Corte Suprema de Justicia contrató en el año 2006 al artista Osvaldo Salerno, con el fin de convertir el Archivo del Terror (situado en el octavo piso del Palacio de Justicia) en un Museo con enfoque de Derechos Humanos, para las víctimas de la Dictadura. El mismo estuvo trabajando durante seis años en el lugar y, en una de sus tantas visitas a la bóveda, donde se encuentran varios objetos que sirvieron de prueba para alguna demanda, también halló una bolsa llena de armas blancas.
Estos elementos punzantes, que suman novecientos, fueron requisados de la cárcel de Tacumbú hace un tiempo atrás, y sirvieron de inspiración para el arquitecto Salerno quien en el 2012, empezó a gestar la idea de utilizar artísticamente estos elementos.
“Me llamaron la atención estas armas blancas, porque son instrumentos cuya tenencia está prohibida, pero a su vez están vinculadas a las condiciones de violencia y hostilidad que tiene todo recinto carcelario”, mencionó.
El cuidador del depósito manifestó a Salerno que las piezas ya perdieron valor como prueba; por tal motivo, solicitó permiso a las autoridades para recogerlas y utilizarlas como obras de arte. El pedido fue aceptado.
Exposición gratuita
Si bien en el 2012 Salerno aún no tenía claro cómo exhibir las rudimentarias armas, más adelante pudo contactar con el historiador argentino Roberto Amigo, quien le dio ideas para colocarlas en vitrinas de vidrio templado. Estas están expuestas sobre un terciopelo azul en el Centro Cultural del Citibank. Los interesados en admirar la obra pueden acercarse al lugar, de 09:00 a 18:00. La entrada es gratuita.
“Están en grupos de a cinco, dispuestas una al lado de otra como esos escritos que se escriben en las paredes de las cárceles, se escriben cuatro rayitas y se atraviesa con una diagonal, para ir marcando el tiempo. Las puse como si fueran piezas de joyería”, indicó el artista. La exposición “Takumbu” se extiende hasta fines de mayo.