El abogado que fue detenido por supuestamente tener relaciones con una adolescente en su auto, en Hohenau, denunció a los policías.
Contó una historia muy distinta a lo informado por la Comisaría 3° de Encarnación, Itapúa.
Los uniformados señalaron que a las 04:40 vieron una situación sospechosa dentro de un auto estacionado. Se acercaron y pillaron a los ocupantes en plena acción.
Los llevaron a la sede policial y comprobaron que la chica tenía 16 años, razón por la que el conductor quedó detenido.
El abogado Luis Eliezer Espinoza, quien defiende al acusado, denunció al comisario Osvaldo Dávalos y a los suboficiales Víctor López y Marcos Solís, por coacción, coacción grave, extorsión y producción de documentos falsos.
“Querían plata fácil”
El abogado señaló que todo ocurrió a las 00:15; sin embargo, la policía hizo figurar las 04:40, porque tardaron 8 horas en informar a la Fiscalía.
“Vieron a dos jóvenes asustados y pensaron que sería plata fácil”, dijo Espinoza.
El conductor asegura que su amiga le escribió, le pidió que la busque de un local comercial y la lleve a su casa. Estaban a pocas cuadras cuando llegó la policía.
“Me pidieron que bajara del vehículo, lo cual hice sin tener nada que ocultar. Me dijeron que esto me saldría caro porque estaba con una menor”, declaró el afectado ante la Fiscalía.
La policía le pidió que vuelva al auto y lo siga hasta la comisaría.
“Mi amiga quedó en el auto. A mí me llevaron a una habitación y comenzaron a amenazarme”, dijo el afectado.
Denunció que le quitaron su celular, su billetera, y le exigieron G. 3.000.000 para “no hacer figurar abuso sexual a una menor de edad”.
El detenido hizo una jugada para recuperar su celular y pedir ayuda.
Policías se enojaron luego, he’i
El detenido dijo a los policías que debía ir al cajero para sacar la plata, pero necesitaba su celular. Los policías le entregaron el teléfono y le dijeron “andate a pie”. Al llegar al lugar sacó fotos del cajero y llamó a dos amigos abogados. Regresó a la comisaría diciendo que el cajero no funcionaba.
Más tarde llegaron sus amigos y la policía se enojó. Subieron la suma a G. 5 millones y luego a G. 7 millones. “Al descubrir que todo se le complicaba, le soltaron”, dijo Espinoza.