El rugir de motores sobresaltó a los vecinos de Areguá, el viernes por la noche. De pronto, apareció una camioneta con las luces intermitentes, repleta de jóvenes y con una música funk brasileña a alto volumen.
Sobre el techo del vehículo iban dos chicas arrodilladas, una de ellas con faldas, que bailaban el ritmo del perreo.
Detrás, una larga y ruidosa caravana de motocicletas, conducidas por jóvenes, en su mayoría con acompañantes y sin cascos. Algunos tenían botellas de bebidas alcohólicas en la mano.
Toda la secuencia fue filmada por vecinos escandalizados por el barullo y la exhibición, casi erótica, que hacían las chicas.
En un principio, se pensó que se trataba de una celebración del ya famoso UPD (Último Primer Día) de estudiantes del tercer año de la Media, de algún colegio local.
Pero después se confirmó que era la caravana para promocionar una fiesta que se realizó al día siguiente, en una discoteca de la zona.