Campesinos y otros sectores marcharon ayer en el microcentro capitalino para dirigirse a las plazas. Los cambios de itinerarios desataron la furia de los automovilistas. Luego de trece días de resistencia, unos 25.000 manifestantes entre campesinos, cooperativistas y representantes de otros sectores coparon nuevamente ayer las calles del centro de Asunción, se instalaron en las plazas frente al Congreso y exigieron al Gobierno el cumplimiento de sus reclamos.
Uno de los representantes de la Coordinación Nacional Intersectorial, José González, advirtió que, si no obtienen la condonación de sus deudas, más campesinos seguirán llegando a la capital para reforzar las protestas. “Si viene mucha gente, (habrá) 50.000, 100.000, 200.000 (personas) y, si no hay comida, ¿qué hacemos? Ahí va a haber la explosión social, nosotros vamos a entrar en los supermercados donde hay alimento, para comer acá y ahí va a ser un caos en el Paraguay”, adelantó el dirigente en Ñanduti.
Añadió que, si se produce un eventual saqueo, la cabeza del presidente Horacio Cartes será la primera en “rodar”.
Diálogo en pausa
El Gobierno anunció ayer que estaba abierto al diálogo para conversar con los sectores, para negociar un acuerdo. Sin embargo, Cecilia Quiroga, dirigente campesina, indicó que no asistieron a la reunión porque no hubo una invitación oficial.
Dijo que la convocatoria solo se dio a través de los medios de comunicación. El ministro de Agricultura, Juan Carlos Baruja, lamentó la ausencia de los convocados pues, con la postura, el sector demostró su “falta de interés”, aseguró. Representantes de los gremios mantuvieron una audiencia con el presidente del Congreso, Mario Abdo Benítez, para analizar una reunión con los tres poderes del Estado y, de ese modo, ampliar el debate.
La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) también instó a las autoridades a entablar una mesa de diálogo. La bancada “A” del PLRA comunicó que apoyará la modificación de artículos de la Ley del IVA a los cooperativas.