Ambas partes cedieron para que la fiesta religiosa sea completa
Luego de cinco años, San Blas volvió a entrar en la Iglesia de Piribebuy. Esto, tras un acuerdo entre los propietarios de la imagen y el párroco Natividad Olmedo, quien había anunciado el fin de la discordia creada desde que el obispo Claudio Giménez prohibió la entrada del patrono ante la negativa de la familia López Acosta de ceder el predio de la capilla.
Hoy, todo es fiesta en la ciudad cordillerana. El “médico celestial” fue llevado en procesión hasta la iglesia, donde ayer a las 19:00 se hizo la celebración eucarística, seguida de la tradicional serenata. Hoy, después de la misa, la imagen volvió a la capilla.
“Ambas partes cedimos. Ya casi está solucionado, solo falta que monseñor Giménez se retire para que vuelva la paz”, señaló Eva López Acosta, una de las propietarias del terreno donde está la capilla.
FE QUE SANA
Con su capa roja y la mitra (bonete de obispo), Hermes Gómez (75) caminó 4 kilómetros para pagar su promesa por segundo año. Estaba al borde de la muerte, cuando su familia lo encomendó a San Blas, que obró el milagro y lo sanó.
Lo acompañaron su esposa Victoriana, sus nietos y sus hijos Marisol y Blas.