
Unos 100 policías cercaron la casa del mayor productor de soja de Santa Rita, Antonio Vivián y su esposa Alice Vivián, ubicada en la fracción Schultz, de esta localidad. Como las historias salidas de las películas -.por primera vez en el país-, se vivió un caso de asalto con toma de rehén.
El fiscal Eduardo Cazenave al frente del operativo, se mantuvo en la postura de no ceder ante las existencias de los secuestradores, quienes pidieron una camioneta para huir.
Las horas pasaban y se necesitaba de sangre fría para negociar y fue así que hizo su aparición, el agente Héctor Ortíz quien -según dicen-, hizo curso para estos tipos de situaciones.
Con la remera subida demostrando que no estaba armando y con la placa paraguaya pegada al pecho entró a la casa a pedido de los delincuentes. También ingresaron dos camarógrafos, uno de Telefuturo y otro de un canal brasileño. El negociador logró su objetivo cuando el reloj daba las 17:00 hs.

LA TOMA
Eran poco más de 9 de la mañana, cuando los dueños de casa y la doméstica quedaron retenidos luego de un frustrado asalto, perpetrado por cuatro tipos que entraron para robar las dos camionetas del colono brasilero, aunque algunos dicen que el plan era otro porque portaban armas de guerra.
El plan salió mal porque un amigo de los Vivián que estaba cerca de la casa se percató de lo que pasó y avisó a la policía. Los efectivos actuaron de inmediato. Luego se generó un enfrentamiento armado y dos de los bandidos caen muertos, mientras dos lograron ingresar a la vivienda para tomar de rehén a la pareja y a la empleada doméstica. La pareja tiene un sólo hijo, un médico que trabaja en Asunción.
Los cuatro eran prófugos
Los detenidos fueron Oziel Rizzo de Sa (32), Carlos Henrique Silva Cándido Tavares (34), mientras los fallecidos fueron Aguinaldo Gonçalves (39) y Carlos Tiago Lemes (33), todos prófugos de la cárce del Foz de Iguazu e integrantes de la banda criminal Primer Comando Capital (PCC). Estos habían ingresado al país el 4 de noviembre. La Polícia Nacional, dio a conocer que tenían planes de cometer secuestros y robo de cajeros, pero algunos encontraron la muerte.