El rostro angelical de Jonathan Segovia cautiva a todo aquel que llega a conocerlo. El niño conversa abiertamente con sus clientes. “Me gusta trabajar y quiero ayudarle a mi mami”, dijo Jonathan Segovia, el “miniempresario” de solo 7 años, que conquistó a los internautas luego de que se hiciera público un video en el que se lo ve vendiendo tortas y alfajores.
Jonhy, como le dicen sus amigos, sueña con ser militar y poder comprarle una casa a su mamá María José Segovia, con quien por las tardes vende las masitas en una estación de servicios ubicada en el km 16 de la Ruta II. “Corazón de mi vida, vos sos la dueña de mi corazón”, fueron las palabras que el niño dirigió a su mamá mientras la abrazaba fuerte y la miraba a los ojos. Sonrojada y emocionada, María José comentó que su retoño le habla así todo el tiempo, enamorándola cada día más.
Un excelente alumno
El pequeño comerciante va al primer grado en la escuela Carlos Antonio Rachit, de Capiatá. Con la picardía que lo caracteriza, reveló que tiene una compañerita con quien es muy bueno y por eso están todo el tiempo juntos. Eso sí, ante la mirada atenta de la madre, rápidamente, aclaró que en primer lugar están sus estudios.
A su corta edad, Jonhy habla con mucha desenvoltura y sus calificaciones son excelentes. Juega al Play Station y le gusta el fútbol, pero por ahora no puede practicarlo porque debe operarse de una hernia. Un día, el pequeño fue a la cárcel para vender sus productos. Allí habló con un preso a quien aconsejó que, si quería plata, tenía que trabajar como él y, si no quería, solo debía quedarse a ayudar en su casa.
El interno, sorprendido, le prometió que no volvería a robar, contó la madre. María José lamentó que mucha gente se haya molestado porque Jonhy trabaja siendo aún un nene. “Así somos felices, no le hacemos daño a nadie”, sostuvo.