02 may. 2024

Doñas se ingenian para evitar que “chespiritos” les roben sus plantas

Las orquídeas y margaritas son las que más llevan, contaron algunas víctimas.

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Un local de Asunción puso tejido por la plantera, para que ya no roben las plantas que están en la vereda.

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¡El colmo! Ni las plantas se salvan últimamente de los delincuentes, que roban de las casas o de las veredas. Por esto, las doñas se ingenian para resguardarlas.

Antonia Benítez, pobladora de Villa Elisa, contó a EXTRA que varias veces ya fue víctima de los adictos de la zona que, de madrugada, le roban las margaritas que tiene en su vereda, y también de señoras que durante la siesta se alzan con algunas plantitas.

“Realmente me cansé de que siempre lleven todo o que rompan, por eso decidí no plantar más, pero mi marido me dio la idea de colocar espinas de Cristo alrededor de mis plantas y ahí dejaron de robar, pero algunos adictos igual intentan cortar, pero les clavan las espinas y dejan”, contó la doña.

Por su parte, Basilia Marecos, de Luque, tenía unas hermosas orquídeas por una palmera en su patio, cerca de la vereda, hasta que un día desaparecieron.

Al ver las cámaras, se dio cuenta de que un chespirito fue quien metió la mano entre las rejas y llevó las flores. “Ese mismo día eché la palmera”, recordó.

Ña María Fernández, de Itauguá, decidió mudar en planteras las orquídeas que tenía por el árbol de mango, desde que unos chespis entraron y llevaron casi todo de ella.

“De día saco al frente para que se vean sus hermosas flores, pero a la noche o cuando no estoy, meto todo dentro de la pieza”, dijo.

Gastó dineral

El estilista Amalio Navarro, de Ciudad del Este, había gastado G. 4.500.000 para hermosear el paseo central con flores, pastos, árboles y servicios de albañilería, pero no duró ni 24 horas. A la noche, familias enteras robaron las flores que había plantado.

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Gentileza.

“En la cámara vi que fue una familia; los papás pedían a los hijos que roben. Volví a plantar 3 veces, luego ya no más porque robaban todo”, lamentó.

En lugar de plantas floridas, decidió colocar las que no tienen flores y esas ya no volvieron a tocar.

“Es una pena que ni plantas podemos tener ahora, pero no solo es culpa de los ladrones, sino de los que compran también”, se plagueó.